En 1991, la entonces estudiante de Periodismo abrió un
sobre-bomba dirigido al director del semanario en donde trabajaba. Pasó
el tiempo, pero no la lucha de su familia para conseguir justicia.
Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos están denunciados por este
crimen.
Rider Bendezú
“Su sonrisa nunca dejará de brillar y nuestra lucha por alcanzar justicia jamás cesará”, son las palabras de
Norma Méndez, la madre que batalló (y aún batalla) la tarde del
10 de octubre de 1991
por ver el cadáver de su hija, la joven que dejó de lado cosas propias
de su edad por encaminarse en esa lucha por desarrollarse
profesionalmente.
Ruth Melissa Alfaro Méndez tenía 23 años cuando combinaba sus días y noches entre la redacción de un semanario y las frías aulas de la entonces
Escuela de Periodismo Jaime Bausate y Meza.
Un pizarrón con anuncios de prácticas preprofesionales fue la
conexión para vivir en carne propia el periodismo que desde el tercer
año de secundaria, como bien recuerda su madre, quería experimentar.
El semanario Cambio fue un reto para ella, era el primer medio que le
ofrecía pasajes y almuerzos, era subir un peldaño en esta difícil
carrera, aunque también significó dejar su querida vivienda de
Ventanilla por la casa de su tía en Jesús María, para estar cerca de
Bausate y de su trabajo a la vez.
Su madre la recuerda como una mujer apasionada, solidaria, amistosa,
generosa y agradecida por todo lo que Dios le dio, pese a las
adversidades que afrontó en el camino, entre ellas la separación de sus
padres.
Rápidamente, Melissa llegó a convertirse en
jefa de informaciones de Cambio, un medio que resultó incómodo para el gobierno de Alberto Fujimori por sus publicaciones y cuestionamientos a la gestión.
La mañana del jueves 10 de octubre de 1991, la estudiante de
Periodismo llegó a la redacción del semanario, recogió unas libretas y
se dirigió al
Congreso de la República para conseguir mayores apuntes sobre una acusación constitucional contra el expresidente Alan García.
En tanto, el recepcionista del edificio recibió sobres para el director del medio,
Carlos Arroyo Reyes.
Alfaro terminó la jornada en el Parlamento y se aprestaba para ir al
semanario, cuando fue invitada por los colegas para compartir un
almuerzo. “Yo me voy a Cambio a comer mis frijoles”, fue la respuesta de
la joven.
Al llegar al semanario, en el segundo piso de un edificio de la
cuadra 23 de Petit Thouars, recogió la correspondencia, entre los
sobres, uno tenía 200 gramos de anfo gelatina. La joven, como jefa de
informaciones, abrió las cartas.
Alrededor de las 2.30 p.m., el aparato explosivo detonó, Melissa
había abierto el sobre-bomba que tenía como destino a su jefe, perdió la
vida instantáneamente. A los minutos, Norma Méndez se enteró de lo
sucedido y no pudo creer que su hija murió.
Cuando llegó al lugar, los policías, con un tono déspota, no le
permitieron ingresar al lugar, luego de minutos de gritos y reclamos, la
madre pudo entrar a la redacción y reconoció el cadáver, la pequeña de
sus ojos se le había adelantando.
Desde ese momento, desde ese trato hostil de los agentes policiales,
comenzó su lucha por obtener justicia, justicia para su hija, para
aquella ‘Calichina’, apodo que se ganó entre los colegas de ese
entonces.
Una semana después,
Fernando Alfaro Venturo, padre
de la periodista, presentó una denuncia ante el Ministerio Público, que
fue trasladada a la 17° Fiscalía Provincial Penal de Lima. El autogolpe
de Estado del 5 de abril de 1992 borró cualquier indicio del caso.
El 24 de setiembre de 2004, Norma Méndez interpuso una denuncia ante la
Fiscalía Especializada en Delitos contra los Derechos Humanos,
las investigaciones siguen, pese a que en el 2010, el agente del
Servicio de Inteligencia del Ejército (SIE), capitán EP (r) Víctor Penas
Sandoval, admitió ser el operador directo de los “sobres-bomba” que
llegaron también a distintos enemigos políticos y sospechosos de
terrorismo.
Asimismo, el 15 de octubre de 2009, la Fiscalía de Derechos Humanos dispuso formalizar denuncia penal contra el expresidente
Alberto Fujimori,
el exasesor Vladimiro Montesinos, Julio Rolando Salazar Monroe y Pedro
Edilberto Villanueva Valdivia, como autores mediatos; y contra Penas
Sandoval, como autor directo de la comisión del delito contra la vida,
el cuerpo y la salud –homicidio calificado.
El 26 de febrero de 2010 se dio inicio a la etapa de instrucción en
el Primer Juzgado Penal Especial, etapa que a la fecha sigue vigente.
PERIODISMO Y DERECHOS HUMANOS
A 22 años del asesinato de Melissa Alfaro, la
Facultad de Letras de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos desarrollará un conversatorio, este jueves a las 3.30 p.m., en la aula 2ª de la mencionada facultad, en la Ciudad Universitaria. El ingreso es libre.
El evento, nombrado ‘Periodismo y derechos humanos en tiempos de la
dictadura de Fujimori’, tendrá como expositores a Ángel Páez, periodista
de investigación de La República; Iris Alfaro, hermana de Melissa;
Dante Castro, periodista y amigo de Alfaro; y Eleming Valle,
representante de la Coordinadora Contra la Impunidad.
La Repùblica